Can Vilada S L - Vic, Barcelona

encarni Castilla Sanchez

Charcutería con gran variedad de embutidos, carnes, quesos, todo de muy buena calidad. Hay que hacer cola Peto va rápido ya que hay muchas chicas atendiendo. Buen trato.

Carlos Quintano

Sábado día 7/9/24 compré dos llonganissas por 35 €. Desprendían un olor a maravilla. Cuándo llegué a Can Fanga ( para algunos de ellos), al disponerme a cortar una al día siguiente, de lo dura que estaba ni con el cuchillo se podía cortar. Las que tienn colgadas detrás del mostrador ( que me vendieron) las debió colgar el padre del propietari@. Incomibles. No hi tornaré mai més. Una vergonya.

Miquel

Charcutería con productos de proximidad a precios algo altos.
También tienen platos preparados.

Isabela

Productos de charcutería tradicional catalana excelentes, gracias a la alta calidad de los ingredientes base y su excelente elaboración artesanal, que combina la tradición con la innovación. Son embutidos gourmet y originales, yo diría de lo mejor a nivel español y europeo. Consiguen unos sabores muy refinados que se caracterizan por un sello de distinción.

Hay un “bull de foie” que és increible, una butifarra negra dulce que se deshace en la boca, una butifarra de huevo de verdad muy tierna, no esas tan amarillas con colorante. La somalla es fresca blanda y ligera, una delicattessen. El jamon dulce aromático auténtico. A veces he podido comprar productos que elaboran solo “esporádicamente”. Lástima. porqué una vez encontré una “cansalada viada” que parecía “lardo de colonnata” por su textura, pero más buena, y ya no la hacen… No hay lugar en Cataluña que trabajen así el lardo. El “cap i pota” cocinado es espectacular, de tacto sabroso pero ligero, nada grasiento... En fin que en Can Vilada sus artesanos son todavía grandes profesionales y a la vez creadores/artistas. Y en estos momentos que la industria está haciendo desaparecer los buenos “Maestros Charcuteros” tendríamos que valorarlo muchísimo para no perder jamás estos platos y sabores ancestrales. No podemos quedarnos con los embutidos industriales hechos a base de carnes de baja calidad y sabores artificiales. Se está perdiendo una cultura milenaria y gracias a lugares como Can Vilada todavía podemos esperar a que no sea así.

El gran artéfice de esta charcutería emblemática es el Maestro charcutero Joan Riera formado en los años 60 en la “Ecole Nationale Supérieure des Métiers de la Viande” de París. Esto es el sello que ha marcado su alto nivel con diferencia, adaptándolo a la charcutería catalana. Ha dejado huella en su hijo David, que se nota que ha aprendido el oficio con su padre, pués el producto es siempre muy fiable y constante en su gran calidad, sabor y tacto y esto es muy difícil de conseguir a nivel artesanal, a diferencia del industrial que juega con productos químicos artificiales para tapar la mala calidad del material del embutido.

Es una lástima que con todas esas cualidades a su favor, a mi parecer, les falle el marketing y el trabajo de equipo:

En lugar de especializarse en potenciar su embutido artesanal, que es su fuerte y su distinción, pues nadie los supera en esto, han disminuido su oferta y la han ampliado en otros productos ajenos a su profesión (platos cocinados, postres, quesos,…) qual vulgar tienda de comida preparada. El comprador queda confundido.

A nivel visual hay una falta de “escenificación” de la tienda: no se reconoce que es una charcutería especializada de alto nivel, ubicada en un lugar privilegiado de la plaza de Vic. No se aprecia tampoco que es una tienda histórica de 5ta generación. Ni los carteles, ni el aparador tienen un diseño y contenido que lo indique. De esto los italianos saben mucho. Entras en las tiendas por los ojos.
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También observo que por ser un negocio especializado el trato es bastante impersonal, casi como atender en la cola de un supermercado. El Maestro charcutero no aparece nunca en la tienda. y las dependientas no saben valorar el producto que venden. Les falta pasión y un cierto orgullo y simpatía para explicar y vender mejor sus productos. Cuando preguntas acerca del embutido que eliges, no saben informarte.

El comprador necesita saber que compra algo único y diferente. Los clientes valoramos el esfuerzo en mantener una economia ganadera de calidad y la elaboración de un producto de sabor único.

También se echa en falta una zona degustación. Para dar al cliente la experiencia de probar sus productos, que es otra manera de vender para que se los lleven a casa. Las personas se acercarían a Can Vilada no solo para comprar, sino también para pararse a comer y degustar sus maravillosos embutidos catalanes con pan con tomate y un buen vino, sentados en ese rincón maravilloso de la plaza mayor de Vic.

Daniel Alarcón

Fuet con moho, seco, mal color, comprado solo hace dos días.

Ignacio de la rosa

Un foie espectacular con trufa y surtido de calidad en longanizas, lastima que como turista no hablo catalán y no hacen mucho por hablar en castellano.

Manel Bastida

Buena charcutería muy buena calidad y gran variedad de productos trato muy profesional,mi prioridad es la Somalla blandita pero curada una exquisitez.

victor Ramos Hidalgo

Muy mala educación, no te hablán en castellano, incluso viendo que no sabes hablar gallego.